La comida... siempre presente en todos los acontecimientos de nuestra vida, en los vaivenes de nuestros estados de ánimo y como resultado de los mismos. Habrá algunas comidas hechas a desgano, otras cuidadas en todos los detalles, pero están las que preparamos para conquistar, homenajear, agasajar, compartir; ésas en la que depositamos todo nuestro amor. Y la diferencia se nota en el resultado, y la mirada agradecida, el gesto satisfecho, la aprobación sincera, es la gratificación más grande para la cocinera y el premio que va a seguir buscando siempre.
Hoy quiero recordar una bella película mexicana, basada en el libro de Laura Esquivel: "Como agua para chocolate".
Se trata de una madre
Tiene espléndidas escenas sobre la influencia de las comidas debido al estado emocional con que fueron preparadas. Aquí les muestro una, vale la pena que la vean.
Codornices con pétalos de Rosas
- 12 rosas, de preferencia rosas
- 12 Castañas
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de fécula de maiz
- 2 gotas de esencia de rosas
- 2 cucharadas de anís
- 2 cucharadas de miel
- 2 ajos
- 6 codornices
- 1 pithaya
“Es que verdaderamente este platillo es delicioso. Las rosas le proporcionan un sabor de lo más refinado.
Ya que se tienen los pétalos deshojados se muelen en el molcajete junto con el anís.
Por separado, las castañas se ponen a dorar en el comal, se descascaran y se cuecen en agua.
Después, se hacen puré. Los ajos se pican finamente y se doran en la mantequilla; cuando están acitronados, se les agregan el puré de castañas, la pithaya molida, la miel, los pétalos de rosa y sal al gusto.
Para que espese un poco la salsa se le pueden añadir dos cucharaditas de fécula de maíz.
Por último, se pasa por un tamiz y se le agregan sólo dos gotas de esencia de rosas, no más, pues se corre el peligro de que quede muy olorosa y pasada de sabor. En cuanto está sazonada se retira del fuego.
Las codornices sólo se sumergen durante diez minutos en esta salsa para que se impregnen de sabor y se sacan”.
Ya que se tienen los pétalos deshojados se muelen en el molcajete junto con el anís.
Por separado, las castañas se ponen a dorar en el comal, se descascaran y se cuecen en agua.
Después, se hacen puré. Los ajos se pican finamente y se doran en la mantequilla; cuando están acitronados, se les agregan el puré de castañas, la pithaya molida, la miel, los pétalos de rosa y sal al gusto.
Para que espese un poco la salsa se le pueden añadir dos cucharaditas de fécula de maíz.
Por último, se pasa por un tamiz y se le agregan sólo dos gotas de esencia de rosas, no más, pues se corre el peligro de que quede muy olorosa y pasada de sabor. En cuanto está sazonada se retira del fuego.
Las codornices sólo se sumergen durante diez minutos en esta salsa para que se impregnen de sabor y se sacan”.
Lamentablemente, nunca cociné una comida que causara el efecto de las codornices con pétalos de rosas,
¿y ustedes?